sábado, 24 de julio de 2010

De vuelta a las andadas

Miss Éxodos va a volver a hacer gala de su nombre en breve. Tras casi nueve meses de sedentarismo voluntario, esta que os escribe se cuelga de nuevo una mochila a la espalda, se enfunda sus zapatos más viejos y se dispone a acumular nuevos paisajes en la mirada. Lo de nuevos es, en realidad, relativo. Repito destinos -India y Tailandia-; la única novedad en esta ocasión serán los ojos desde los que redescubra los rincones de los que ya me enamorara un día.

Mis ojos han cambiado. Vengo sintiéndolo desde que aterrizara en Barcelona y el tiempo no ha hecho más que enfatizarlo. Mis ojos ya no se emocionan únicamente ante lo exótico; han aprendido a amar lo cotidiano. Ya no buscan nuevos ríos en los pegarse un chapuzón; ahora saben que las aguas de un mismo río cambian constantemente -y que eso es tan o más maravilloso que ir cambiando de arroyo-. Ya no creen que las emociones fuertes se vivan siempre lejos de casa; el tiempo les ha enseñado que lo más cercano puede desembocar también en fantásticas tormentas emocionales. Su sed de mundo quedó colmada; y ahora aprieta el hambre por algo mucho más inmediato. Por una ciudad, por una familia, por una cama, por unos amigos, por un buzón con mi nombre, por un sueldo a cambio de palabras. Por esa persona que ha conseguido que piense que mi mejor viaje comienza y termina en su espalda.

Interesante reencuentro. India y Tailandia desde los ojos de un alma nómada de voluntad sedentaria. Veamos qué me depara.