domingo, 13 de septiembre de 2009

Nostalgia adelantada

Término que acuñé hace varios años para designar un sentimiento algo extraño que se da cuando, aún y todavía disfrutar de eso que en breve vas a perder, ya lo estás echando de menos. Unas vacaciones escolares la semana antes de que a uno se le acabe lo bueno. Un viaje durante sus últimas horas. Un amigo que se va a vivir lejos. Una velada romántica. Un fin de semana cuando el domingo por la tarde empiezas a darte cuenta de que ya se acaba. Un verano. Una siesta. Una isla tropical cuando uno tiene un billete de ida y vuelta a España.

Desde que reservara mi vuelo, Koh Tao se me atoja mucho más bella, más dócil, más auténtica, más sensata. Y en parte es porque el sol vuelve a brillar de nuevo. Porque estoy ganando dinero. Porque he encontrado una nueva casa. Porque adoro a mi amigos. Porque alguien me ha propuesto ir a trabajar a la otra costa. Porque me he dado cuenta de que no puedo hacerlo. Porque he vuelto a bucear con tiburones ballena. Porque estoy volviendo a vivir emociones. Y porque tengo un billete de regreso a casa.