jueves, 25 de diciembre de 2008

Nadal Tropical


Bon Nadal. Aunque aquí la blanca Navidad lo es sólo por el color de la arena de la playa y las fechas señaladas no son sino otra excusa más para alargar la noche hasta la madrugada -entre cocoteros, buckets y nuevos amigos-. La Navidad aquí no existe. Imposible. ¿Cómo sentir el espíritu navideño a 40 grados, en bikini y en la playa? Muchos preguntan si no me añoro en esta época del año estando tan lejos. La respuesta es siempre contundente: NO. Quizás si estuviera en Londres -por poner un ejemplo-, sola, pasando frio y rodeada de lucecillas de colores por todas partes, gente comprando compulsivamente y familias juntas de paseo... quizás es ese hipotético caso algo de nostalgia me atizaría las entrañas sin remedio. Pero no aquí.

Lo celebramos a nuestra manera -del mismo modo que acostumbramos a celebrar tantas otras noches en la isla que no cuentan con ninguna festividad en el calendario-. Cené con unos cuantos colegas y unos muchos desconocidos en el bungalow de un instructor de apnea peruano. Y de allí, a la playa. A beber, a clarlar, a bailar descalzos y con lo pies cubiertos de arena hincados en el agua. Como tantas otras noches. Como el año pasado. Como siempre.

La Navidad en Koh Tao no cambia nada. Afortunadamente.